Redacción definición, pasos para hacer una buena redacción importancia
Redacción
Es una forma de edición en la que se combinan (redactan) múltiples fuentes de textos y se modifican ligeramente para crear un solo documento. A menudo, este es un método para recopilar una serie de escritos sobre un tema similar y crear un trabajo definitivo y coherente. es un acto en el cual se pone por escrito un conjunto de ideas ordenadas lógica y coherentemente dentro de un texto.
La redacción es el proceso de escritura por medio del cual se compila una serie de ideas y se las pone en orden en un texto, distinguiendo y jerarquizando las ideas principales de las secundarias, de manera que se produzca una secuencia lógica caracterizada por la cohesión y la coherencia.
El objetivo de la redacción es componer un texto que logre transmitir un mensaje determinado a un público específico y con una intención definida.
En este sentido, existen tres fundamentos básicos para la redacción, que son la corrección la adaptación y la eficacia. Siendo la corrección de tipo ortográfico, pero también morfológico y sintáctico, así como léxico-semántico, fundamental para que nuestro texto pueda ser leído y comprendido de manera correcta.
La adaptación, por su parte, es el proceso por medio del cual dotamos al texto de una serie de características para que se adecúe a un público determinado. Y, finalmente, la eficacia, que supone la elaboración de un texto que cumpla con su propósito.
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Pasos para hacer una buena redacción
- La redacción eficaz es la que tiene las cualidades indicadas en el apartado, un buen escrito.
Por tanto, el estilo más recomendable es el que selecciona en cada momento la opción más comprensible teniendo siempre presente la economía de recursos y cuidando la corrección lingüística.
- Construir oraciones claras, concisas, de sintaxis sencilla y bien ligadas
No hay que abusar de las estructuras complejas con exceso de subordinación y de incisos largos, ya que una idea incluida en una estructura compleja queda desdibujada y el texto pierde legibilidad.
- Ordenar los componentes de la oración
Los elementos de la oración tienen movilidad dentro de la estructura sintáctica; ganan o pierden importancia según el lugar que ocupan. Como norma general, mantenemos el orden convencional de los elementos de la oración
- Evitar elementos superfluos
En general es aconsejable redactar las oraciones con criterios de economía, que es una de las condiciones de la comunicación funcional. El resultado es un estilo conciso, que ahorra elementos sobrantes y va directamente a la idea que quiere expresar.
- Escoger palabras claras y precisas
El estilo es más claro cuando utilizamos un léxico adecuado al texto, alejado de palabras complejas, poco frecuentes y rebuscadas.
- Evitar tecnicismos innecesarios
Cuanto más especializado es el tema del que tratemos, más importante es la precisión. Aun así, los términos técnicos, que sin duda son precisos y útiles en el lenguaje de especialidad, no siempre son conocidos por las personas que leerán los textos generales o divulgativos.
- Moderar el uso de construcciones impersonales y pasivas
Para conseguir un estilo claro y directo, es aconsejable hacer explícitos los sujetos de las oraciones. Las oraciones impersonales ocultan al responsable de la acción, y por ello resultan poco claras.
- Utilizar más verbos que sustantivos
En español utilizamos los verbos con mucha más frecuencia que los nombres, porque la construcción con verbos es más genuina, natural y directa. Los nombres, además, nos obligan a utilizar posesivos y pronombres innecesarios, lo que da como resultado una estructura rígida y poco genuina.
- Asegurarse de que cada oración tiene un verbo principal conjugado
Toda frase necesita un verbo principal, y el infinitivo no actúa como verbo sino como un nombre; por tanto, con un infinitivo solo no puede construirse una frase (salvo que se trate de una lista de acciones expresadas con infinitivo que dependen de una oración principal anterior).
- Mantener la coherencia en enumeraciones y subapartados
Si se hacen subapartados vinculados a un apartado, que dependen del enunciado superior, este debe ligar con cada uno de los subapartados, y todos los subapartados tienen que empezar con un elemento de la misma categoría: verbo conjugado, infinitivo, nombre o frase completa.
- Utilizar un modelo no sexista del lenguaje
Cuando un escrito va dirigido a un público genérico, hay que tener en cuenta que puede haber destinatarios masculinos y femeninos y que todos han de sentirse incluidos; pero esta inclusión debe conseguirse sin caer en la artificiosidad.
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